Cambio de gafas…¿Cómo? ¿Cuándo?

El contexto económico actual está cambiando la mentalidad del consumidor. Sin embargo, las gafas no son un producto de lujo, sino que son artículos de primera necesidad. Es más, son productos sanitarios.

La oferta en lentes y monturas, así como en cuanto a calidades, diseños y características, es cada vez más amplia. Al mismo tiempo, los precios se adaptan mejor a todos los bolsillos, por lo que el esfuerzo económico que antiguamente exigía el hecho de cambiar de gafas ya no lo es tanto.

Aunque ir a la moda es el motivo que impulsa a muchos usuarios de gafas a cambiar de modelo cada cierto tiempo, que puede variar de meses a años, la prioridad para renovarlas debe ser siempre que respondan al fin para el cual están concebidas: mejorar nuestra calidad visual, compensando a la perfección los defectos refractivos que podamos tener (miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia).

¿POR QUÉ TIENES QUE RENOVARLAS?

1. Cambio en tu visión. Las dioptrías varían rápidamente en los niños y adolescentes, puesto que están en pleno proceso de crecimiento. Cuando se les ha diagnosticado algún defecto visual de tipo refractivo, es posible que el óptico-optometrista recomiende pasar por revisión cada seis meses para adaptar las gafas a la nueva condición visual.

En el caso de los adultos, la graduación también puede variar con el tiempo, por lo que es muy conveniente hacerse una revisión visual al menos una vez cada año.

En cualquier caso, no hay que esperar a tener los síntomas que nos avisan de que estamos perdiendo calidad de visión con nuestras gafas. Anticiparse a esos cambios y a las molestias que pueden producirnos con unas nuevas gafas adaptadas a nuestra graduación actual es la opción más inteligente.

2. Las gafas pueden deteriorarse con el tiempo. Las gafas son un objeto personal de uso diario, motivo que justifica de largo el desgaste que suelen sufrir. Aunque actualmente se fabrican en materiales de alta resistencia y durabilidad (acero, titanio, lentes orgánicas de gran dureza, etcétera), las gafas tienen una vida limitada: las varillas sólo se podrán arreglar dependiendo del daño que hayan sufrido o del grado de deterioro, y a veces el gasto que supone el arreglo no compensa tanto como adquirir unas gafas nuevas. Si es la montura la que se ha roto, es probable que haya que sustituirla junto con las lentes; es decir, hay que cambiar de gafas al no poderse insertar estas, generalmente, en una montura distinta a la original.

Gracias a la diversidad actual, renovar tus gafas no implica vaciar tu cartera, sino despejar tu agenda para hacer un hueco para tu óptico-optometrista. Sólo estos profesionales te aconsejarán de forma adecuada.

¿VÍCTIMAS DE LA MODA?

En la actualidad las gafas son, además, el complemento estrella. Son muchos los famosos que se apuntan a las últimas tendencias en gafas de moda. Por ejemplo, la imagen de Cristiano Ronaldo con gafas, a pesar de no tener defecto refractivo alguno, ha llenado las portadas del papel cuché.

Los estilos, diseños, formas y colores cambian de una temporada a otra, y suele ocurrir que el modelo que hace tiempo nos sentaba tan bien ya no nos entusiasma tanto, simplemente porque se ha quedado anticuado. Es bueno renovar nuestra imagen de vez en cuando y desde luego cambiar de gafas, el complemento de moda por excelencia, es el “toque maestro” que nos aporta diferencia y personalidad.

NO ESPERES A…

No esperes a notar que estás perdiendo calidad de visión con tus gafas actuales. Anticípate acudiendo cada año a tu Óptico-Optometrista para una revisión visual, con el fin de comprobar si tus dioptrías han variado o no.

¡CUIDADO!

La actual situación económica ha hecho variar los hábitos de los consumidores en la adquisición de gafas. Un reciente estudio revela que, debido a la crisis, el tiempo medio que tardan los consumidores en renovarse las gafas ha aumentado en dos meses, hasta llegar a los tres años y cuatro meses.

Además, un 20% de usuarios no renuevan sus gafas hasta pasados cinco años o más. En un sistema óptico, como el formado por el ojo y la gafa, es fundamental el alineamiento y la óptima posición de sus componentes.

Sin la supervisión de un Óptico-Optometrista su funcionamiento no será satisfactorio a pesar de que los componentes utilizados en el mismo sean de gran calidad. No arriesgues tu visión y acude a los profesionales sanitarios.

NUESTRO CONSEJO… Adquiere tus gafas con todas las garantías: sólo en establecimientos sanitarios de óptica.

Fuente: revista Consejos de la Fundación Salud Visual (www.funsavi.es)

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