Anomalías de la visión (Parte II): la hipermetropía

La hipermetropía es un defecto de refracción por el cual, con la acomodación relajada, las imágenes que proceden de los objetos que nos rodean quedan enfocadas detrás de la retina. Y, ¿qué sucede cuando se observa un objeto cercano? Pues que los rayos luminosos entran en el ojo de forma divergente, es decir, que la imagen se formará aún más lejos de la retina, y en consecuencia, la visión será aún más borrosa.

Debemos entender que una persona hipermétrope no tiene por qué tener buena visión de lejos y borrosa de cerca, ya que podría darse el caso de que pudiera conservar una acomodación suficiente como para mantener una visión más o menos nítida a cualquier distancia, debido a un esfuerzo suplementario de los músculos ciliares.

SI SOY HIPERMÉTROPE, ¿QUÉ SOLUCIONES EXISTEN PARA MI PROBLEMA VISUAL?

El óptico-optometrista, después de tener en sus manos los datos aportados por el examen visual realizado, prescribirá la solución optométrica más idónea para tu caso en particular, que será siempre con lentes convexas (de aumento o positivas), con el objetivo de reducir el estrés visual y esos dolores de cabeza resultantes tan molestos. Debemos destacar que si eres hipermétrope y tienes una óptima compensación con lentes verás con una mayor nitidez y sin fatiga ocular incluso durante periodos de lectura o trabajo de cerca prolongados.

¿CÓMO PODEMOS SOSPECHAR QUE TENEMOS HIPERMETROPÍA?

Si somos hipermétropes, mantendremos un importante esfuerzo ocular para poder ver con nitidez en la distancia, pero haremos un esfuerzo aún mayor para conseguir mantener la atención visual mientras realizamos una actividad en visión próxima, como leer, cose o escribir. El esfuerzo producido por los ojos hipermétropes causa fatigas visuales, tensión e incomodidad.

Por lo tanto, y en líneas generales, un hipermétrope sin compensación óptica alguna sentirá en la mayoría de los casos una animadversión al estudio, manifestando algunos trastornos denominados astenópicos (dolores de cabeza, fatiga visual y general, pereza en la lectura, sensación de picor, escozor o enrojecimiento ocular, irritabilidad, nerviosismo, etcétera) durante cualquier tipo de actividad que requiera visión próxima continuada.

 

Fuentes: Lóòktic / Cione Grupo de Ópticas        –        Fotografías: www.google.es

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