Es verano y hace calor, cierto… Pero, debemos tener mucho cuidado con el uso que hacemos de los aparatos de aire acondicionado.
El aire acondicionado no solo refresca el ambiente, sino que también elimina la humedad de la estancia. Esa falta de humedad, unida a la exposición prolongada frente a una corriente continua de aire frío y seco, produce en nuestros ojos irritación, sequedad y, en el peor de los casos, el desarrollo del denominado síndrome del ojo seco. Esto no quiere decir que siempre que se utilice el aire acondicionado desarrollaremos este síndrome. Sin embargo, aquellas personas más propensas a la sequedad ocular, tendrán más probabilidades de padecer esta dolencia.
Cuando hablamos del síndrome del ojo seco, nos referimos a un trastorno ocular muy frecuente. No solo en verano, ya que en invierno, en aquellos lugares donde las temperaturas son muy bajas, los ojos también se ven afectados de igual manera que en verano cuando se utilizan ventiladores o aires acondicionados.
Sus síntomas se incrementan por el uso de estos aparatos de aire frío, en verano. Y, en invierno, por la calefacción. Pero, también afectan mucho los lugares cargados de humo, las fuertes corrientes de aire o la contaminación ambiental en las grandes ciudades.
Los síntomas más comunes de este síndrome son:
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Sensación de arenilla, como si se tuviera un cuerpo extraño en el ojo.
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Ardor.
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Cansancio.
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Visión borrosa.
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Presencia de secreción mucosa, especialmente en personas portadoras de lentes de contacto y en aquellas más propensas a sufrir esta dolencia.
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Dolor de cabeza.
¿QUÉ RECOMENDAMOS DESDE ALVA ÓPTICOS?
Lo más importante es hacer un uso responsable del aire acondicionado, ventiladores u otros aparatos. Lo ideal es mantenerse alejado del foco de salida del aire y no prolongar mucho tu exposición ante ellos, ya sea en casa, el coche o la oficina. En el coche, trata de dirigir el aire hacia el cuerpo, evitando el contacto directo con la zona de los ojos. Si estás en casa o en la oficina, otra recomendación sería la utilización de humidificadores que mantengan la humedad ambiental a un nivel aceptable.
Un gesto tan sencillo como el parpadeo hará que el ojo recupere su película lagrimal propia.
Si ya presentamos las molestias, debes acudir a un especialista para que te recete lágrimas artificiales y colirios. El objetivo será disminuir la irritación, la sequedad y la rojez, y evitar que el problema de sequedad se haga crónico. Se deberá tener especial cuidado si se utiliza con frecuencia lentes de contacto. El uso del aire acondicionado y el de lentillas son bastante incompatibles y en estos casos se hace prácticamente imprescindible la utilización de lágrimas artificiales.
Ten en cuenta todos estos consejos y, así, mejorará tu visión. Tus ojos estarán listos para disfrutar del verano.