Tus ojos piden alimentos con Omega 3

El Omega 3 es una grasa saludable, presente especialmente en el pescado azul, que aporta una serie de beneficios a la salud visual.

Para que nuestro organismo funcione correctamente necesita adquirir una serie de nutrientes a través de la alimentación. Entre ellos se encuentra la grasa que, aunque tiene mala reputación al relacionarla con un exceso de calorías, lo cierto es que existen diferentes clases de grasas, algunas de ellas muy saludables y necesarias para el ser humano.

 

MUY NECESARIO

Entre los ácidos grasos saludables se encuentran los poliinsaturados, que a su vez se clasifican en los Omega 9, Omega 6 y Omega 3. En este artículo nos vamos a centrar en estos últimos porque entre los beneficios que aporta al organismo el consumo de alimentos con este nutriente, se incluye su acción protectora frente a ciertos problemas de la visión.

Entre los ácidos grasos Omega 3 se distinguen el ácido alfa-linolénico (ALA), el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA). Estos dos últimos los puede sintetizar nuestro cuerpo a partir del ALA, pero resulta una cantidad insuficiente para cubrir nuestras necesidades, por lo que en ocasiones se recomienda la toma de suplementos alimenticios de DHA y EPA. El DHA cobra especial protagonismo en el organismo porque está presente en casi todos los órganos, entre ellos el ojo, y en concreto en la retina. Sin embargo, por regla general, no solemos ingerir la cantidad recomendada diaria (150 miligramos entre DHA y EPA), ya que especialmente está presente en el pescado azul, un alimento que no todo el mundo incluye en la dieta de forma habitual.

 

¿CUÁNTO DEBEMOS TOMAR? Se estima que en España el consumo de ácidos Omega 3 se sitúa cerca de 0,95 gramos al día, lo que supone el 0,5 por ciento de la energía que aporta la dieta, un porcentaje que se encuentra muy por debajo de la recomendación actual. El Consenso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria propone como objetivos nutricionales para la población general el consumo de 2 gramos de ácido linolénico y 200 miligramos de DHA, que equivale a las recomendaciones de las sociedades científicas de consumir al menos dos raciones de pescado azul a la semana.

 

PUEDES ENCONTRAR OMEGA 3 EN… Frutos secos: nueces, castañas, avellanas. Pescado: sardina, anchoa, salmón, trucha, atún. Aceite: aceite de hígado de bacalao. Alimentos funcionales: lácteos, huevos, grasas para untar, aguacate.  Fotografía: www.google.es

 

ESCUDO FRENTE A LA DEGENERACIÓN MACULAR ASOCIADA A LA EDAD (DMAE)

La principal causa de ceguera en los países desarrollados es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), un problema que, a pesar de que su principal origen es genético, se puede ralentizar su progresión siguiendo algunas medidas de prevención como son no fumar, evitar el sobrepeso, e ingerir vitaminas antioxidantes y ácidos grasos Omega 3. Y es que se ha comprobado que necesitamos DHA para que las células de la retina se mantengan en buen estado.

 

REMEDIO NATURAL CONTRA EL OJO SECO

La sequedad ocular es otro problema muy común entre la población. Se reconoce porque provoca escozor, sensación de arenilla en los ojos, pesadez de párpado y, en algunos casos, dolor; y surge ante un descenso de las secreciones mucosas (relacionado con el envejecimiento y los cambios hormonales) o alteraciones en las glándulas de los párpados.

Para evitarlo se recomienda el consumo de ácidos grasos Omega 3 porque aumenta la secreción lacrimal, mejora el componente oleoso de las lágrimas y evita la irritación ocular. A pesar de estos beneficios, una dieta enriquecida con Omega 3 es sólo un complemento al tratamiento que el especialista haya indicado.

EN BEBÉS PREMATUROS

Los vasos sanguíneos de la retina comienzan a desarrollarse cuando el feto cumple tres meses desde su concepción, mientras que se completa a los nueve meses, es decir, en el momento del nacimiento. Sin embargo, los bebés que nacen de forma prematura pueden presentar alguna alteración debido a que el desarrollo de los vasos sanguíneos se frena antes de tiempo, o se desarrollan de forma anormal, circunstancias que pueden acarrear graves problemas en la visión.

Con el fin de evitarlos, un trabajo realizado en el Hospital Infantil de Boston y la Universidad de Harvard demostró que con un leve incremento del consumo de Omega 3, por medio de suplementos, es posible reducir las posibilidades de que el pequeño tenga daños en la retina.

 

 

Extraído de: revista Consejos de la Fundación Salud Visual (www.funsavi.es)

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