¿Qué son los tics oculares? Causas y soluciones

Aunque son molestos y pueden causar complejos a quienes los padecen,  los tics oculares suelen ser un fenómeno temporal e inofensivo.

Los tic oculares, o como los llaman los especialistas, blefaroespasmos, son movimientos involuntarios y espontáneos de los músculos del párpado que se asocian con un mal funcionamiento del ganglio basal, parte del cerebro responsable del control muscular. La forma más común de blefaroespasmo normalmente afecta solo al párpado inferior y tiene un carácter pasajero, aunque puede resultar bastante molesto cuando se prolonga en el tiempo. Aunque en la mayoría de los casos los tics oculares no son un motivo de preocupación, ciertas patologías llevan aparejados problemas de parpadeo que requieren de evaluación y tratamiento por parte de un profesional.

 

¿CÓMO SON Y EN QUÉ CONSISTEN LOS TICS OCULARES?

Los tics oculares se manifestan como un parpadeo o guiño incontrolado e intermitente, cuya frecuencia e intensidad también experimenta variaciones. Algunas personas notan que sus síntomas remiten durante el sueño o se reducen al concentrarse en tareas específicas. En los casos más extremos, los tics, que pueden causar fotosensibilidad o visión borrosa, hacen que los párpados permanezcan cerrados.

 

Según algunos estudios, el consumo de alcohol o bebidas con cafeína puede disparar los tics y los movimientos oculares.

 

¿POR QUÉ SE PRODUCEN?

La mayoría de las veces no resulta fácil identificar la causa de los blefaroespasmos, aunque suelen influir los siguientes factores:

  • Estrés y cansancio.

  • Consumo excesivo de cafeína o alcohol.

  • Fatiga ocular (uso excesivo de ordenadores, tablets, smartphones).

  • Problemas visuales sin corregir o a la necesidad de actualizar la graduación de las gafas o lentes de contacto.

  • Ojo seco.

  • Alergias (al frotarnos los ojos liberamos histamina en los tejidos del párpado y las lágrimas, lo que puede causar tics oculares).

  • Medicamentos (los blefaroespasmos se encuentran entre los efectos secundarios de ciertos fármacos).

  • Desajustes nutricionales.

  • Condiciones oculares como la blefaritis, la fotosensibilidad o la conjuntivitis.

  • Problema neurológico o cerebral, como la parálisis facial periférica, la distonía, la enfermedad de Parkinson o el síndrome de Tourette.

  • En usuarios de lentes de contacto que no estén bien cuidadas o que sean antiguas. Por ello es necesario revisarlas por los ópticos optometristas y si es necesario cambiarlas.

¿SE PUEDEN EVITAR?

  • Seguir una serie de sencillas recomendaciones contribuye a la prevención de los tics oculares:

  • Mantener el estrés bajo control con técnicas de relajación como el yoga, las técnicas respiratorias…

  • Dormir lo suficiente (unas ocho horas al día) para mantener los músculos descansados.

  • Disminuir el consumo de alcohol y de bebidas con cafeína y otros excitantes.

  • Realizar pausas periódicas con frecuencia cuando se trabaje con ordenadores u otras pantallas.

Consume magnesio en caso de que el origen sea nutricional, ya que tiene beneficios a nivel muscular y de nervios.

 

¿TIENEN TRATAMIENTO?

Los blefaroespasmos leves generalmente desaparecen sin necesidad de tratamiento. Cuando el tic ocular persiste ocasionando molestias, resulta buena idea acudir al óptico-optometrista para descartar la existencia de algún defecto refractivo o la necesidad de actualizar la graduación de las gafas o lentes de contacto. Además, si pasas mucho tiempo frente a la pantalla del ordenador, puedes considerar la posibilidad de adaptarte unas gafas específicas para el trabajo en visión intermedia.

En aquellos casos en que los tics oculares no remiten, es imprescindible acudir al especialista para diagnosticar la condición subyacente y aplicar el tratamiento adecuado.

¡¡¡MUY IMPORTANTE!!! CONSULTA TU MÉDICO SÍ…

  • El tic no desaparece al cabo de una semana.

  • El ojo se cierra por completo.

  • Afecta a otras partes de la cara.

  • La zona presenta enrojecimiento, hinchazón o secreciones.

  • El tic provoca la caída del párpado superior.

 

Extraído de: revista Consejos de la Fundación Salud Visual (www.funsavi.es)   –   Fotografías: www.google.es

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